Nos encontramos ante la que es la gran tendencia del futuro en cuanto a personalización de publicidad y recopilación de información de mucha calidad, el IoB, en inglés es Internet of Behavoiur o en castellano Internet del comportamiento
Este concepto es una extensión del IoT, el Internet de las cosas, que revela y procesa información significativa sobre el comportamiento humano. Consiste, principalmente, en la interconexión de dispositivos que proporciona una gran cantidad de datos y conocimientos valiosos sobre la experiencia del usuario, la optimización de las búsquedas, el comportamiento, los intereses y las preferencias para conocer cada vez mejor a los usuarios. Todo ello, apoyado en la Inteligencia Artificial (reconocimiento facial, Big Data…). En definitiva, lo que permite el IOB es crear un proceso en el que los datos de los usuarios son analizados bajo el prisma de la psicología conductual, psique, para crear enfoques personalizados para diseñar una experiencia de usuario determinada, la optimización de la experiencia de búsqueda e impactar a los consumidores con productos específicos para ellos.
Evolución del IoT al IoB
Como ya se ha mencionado antes, el IoB es una extensión del IoT, pero ¿cómo hemos evolucionado del Internet de las cosas al del comportamiento?
El IoT hace referencia las cosas cotidianas que están conectadas a Internet. Estos transmiten datos sobre su estado o lo que los rodeaba para que un sistema al recogerlos les diera sentido convirtiéndolos en información útil en función de la que actuar. Pero este concepto se quedó pequeño ya que no solo las cosas están conectadas a Internet, sino que las personas y cualquier ser vivo puede estar conectado. Esto es lo que se conoce como IoE o el Internet de todo. En este concepto se basan las ciudades inteligentes o la forma que tenemos de utilizar Google Maps. De este Internet del todo se ha pasado al IoB, un concepto que puede sonar novedoso, pero nada más lejos de la realidad. Fue en 2012 cuando se comenzó a hablar del fenómeno, pero no es hasta el 2021 cuando ha habido un “boom” en torno a él. El concepto nace de la necesidad de captar los hábitos y comportamientos de los humanos para personalizar la publicidad, los servicios o incluso el producto y mejoras las experiencias conociendo al cliente a la perfección.
Para entender bien este concepto es necesario saber que es una combinación de: tecnología, análisis de datos y ciencia del comportamiento humano.
Eso sí, es imposible olvidarse del IoT, ya que ambas se relacionan de una forma muy sencilla: cuanto más conocen las empresas sobre nosotros (IoT), podrán influenciar en mayor medida sobre nuestro comportamiento (IoB).
Para conocer la dimensión de su importancia tan solo hay que ver los datos que arrojaba la consultora Gartner sobre el IoB en 2021: iba a ser una de las tendencias clave y así ha sido. Ahora prevé que en 2023 sea capaz de rastrear digitalmente las actividades individuales del 40% de las personas.
Ventajas del uso del IoB
Según el informe de Gartner, anteriormente mencionado, si es bien empleado el Iob, “permitirá la flexibilidad que requieren las empresas resilientes tras la conmoción provocada por el COVID-19 y el estado económico actual del mundo”.
En estos últimos años las empresas se han dado cuenta que la información es poder, pero no cualquier información, sino una de calidad. Por ello, sus bases de datos y fuentes de datos se han convertido en algo primordial. El IoB nace con la idea de explorar esta vertiente, sobre todo en empresas que son digitales, para ayudar a acelerar los negocios. Es por esto, que va camino de ser una herramienta esencial en el sector del marketing para cualquier empresa ya sea grande o pequeña.
Gracias a la información que recopila sobre el público objetivo se puede “afinar” el tiro con la publicidad ya que permite una personalización nunca vista hasta el momento.
Las empresas podrán conocer: el customer journey de principio a fin, sus rutas de compras, el mercado y cómo ampliarlo…e incluso afectará a los profesionales del ámbito SEO.