El uso del ‘cloud computing’ está en auge. Esto se debe a que aporta numerosos beneficios directos sobre la empresa como la reducción de costes en administración, seguridad de datos, escalabilidad, mejora de la eficiencia… Pero a esto hay que sumarle una muy importante: la de disminuir la huella de carbono.
Esta es otra ventaja más que está llevando cada vez a más empresas a implementar esta nueva tecnología y así, sumarse a la lucha contra el cambio climático y la optimización de procesos. Puesto que no solo tiene un efecto positivo sobre el desarrollo de la actividad de la empresa que lo implementa, sino que puede tener un impacto muy beneficioso sobre el medio ambiente.
Se calcula que se puede reducir la emisión de CO2 en un casi 6% con el uso de esta tecnología, unos 59 millones de toneladas anuales según algunos estudios.
Esta disminución se produciría con las migraciones de archivos e información de cada vez más empresas en el mundo. A mayor cantidad de empresas, mayor es la reducción de emisiones. Así pues, plantearse el uso de esta tecnología de almacenamiento en la red con una vista medioambiental y no solo de rentabilidad empresarial, genera un efecto beneficioso sobre el planeta y sobre la imagen de marca.
Situación de la huella de carbono actual y principales contaminantes
La huella de carbono es la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que emite el ser humano al realizar sus actividades diarias o al fabricar un producto determinado. En otras palabras, la huella que deja el ser humano sobre el plantea con su paso.
Cada año que pasa esta huella es mayor y se aumenta la producción de gases de efecto invernadero a causa de la actividad del ser humano. Actualmente se ha aumentado en un 40% la concentración de CO2, principal gas que causa el efecto invernadero, en la atmósfera desde el inicio del proceso de industrialización. Este no es el único gas que contribuye al calentamiento global. Los otros gases, se emiten en menor cantidad, pero su capacidad de retener el calor es mucho más potente como es el caso del metano o del óxido nitroso.
Las actividades que más gases de efecto invernadero producen son:
- Quema de combustibles fósiles
- La deforestación
- El desarrollo de la ganadería
- El uso de fertilizantes con nitrógeno
La nube, un aliado más
Por eso, toda ayuda a reducir estas emisiones es bienvenida. La nube entra aquí como tecnología que ayuda a las empresas a disminuir la generación de gases en el ámbito de Internet.
El ‘cloud computing’ está transformando la gestión de las infraestructuras de las empresas. A pesar de que en los últimos años las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) han sido uno de los mayores contaminantes del planeta, produciendo un 2%, también se erigen como una solución a este problema. Este es el caso de la famosa nube y es que la computación en la nube, al estar basada en un conjunto de recursos informáticos compartidos, se presenta como una tecnología más eficiente a los métodos de gestión tradicionales. Por lo que se reduce el consumo de energía utilizada en el proceso y en consecuencia las emisiones que se emiten en los procesos administrativos anteriores.
Incluso, yendo todavía más lejos, esta tecnología permite implementar políticas de ahorro energético basadas en la reducción del consumo de maquinaria o equipos informáticos.
Por tanto, la nube es una aliada de la sostenibilidad y del medioambiente que cada vez más empresas están utilizando. Además, es un claro ejemplo de rentabilidad responsable por parte de las compañías.