El BPO ya no es solo el futuro de las empresas, es su presente. En un mundo en el que cada vez tiene más valor la especialización, la necesidad de externalizar procesos y ponerlos en manos de expertos se ha convertido en algo crucial para el éxito de las compañías. La transformación digital, acelerada por la pandemia, empujó a las organizaciones a adaptarse rápidamente a una nueva manera de trabajar, castigando duramente a aquellas que no fueran capaces de adaptarse. Según datos de la Asociación Española de Empresas de Consultoría, los ingresos procedentes de los servicios de outsourcing alcanzaron los 7.658 millones de euros en 2021.
Y es que la externalización conlleva un ahorro importante para las empresas que apuestan por ella, no solo porque pueden centrarse en otras tareas y ser más productivas, sino también porque la compañía de BPO ya cuenta con el personal y las instalaciones apropiados, algo que, de tener que llevarlo a cabo por sí misma, le supondría un gasto elevadísimo y, probablemente, las más pequeñas optarían por no implementarlo.
Escasez de talento
La transformación digital también ha disparado la demanda de perfiles tecnológicos, algunos tan especializados que resulta complicado encontrar personal lo suficientemente preparado como para afrontar el desafío. Según datos de Eurostat, aproximadamente un 1 % de los puestos que se ofrecen, es decir, unos 109.000, no llegan a cubrirse.
Las empresas han visto en la externalización una tabla salvadora con la que suplir esa búsqueda incansable: la compañía de BPO cuenta con expertos en diferentes áreas, y, como es el caso de Servinform, también con los que resuelven de forma exitosa cualquier necesidad derivada de la transformación digital. Eso supone un gran alivio para el altísimo porcentaje de organizaciones, en un 70 %, PYMES y de menos de 200 trabajadores, que no consigue cubrir sus vacantes. Según un reciente informe de IESE Business School, el déficit de talento se da especialmente en las áreas de inteligencia artificial y big data (85 %) y marketing digital (82 %). Las empresas consultadas para el estudio indicaron que los conocimientos profesionales más demandados en 2025 serán los relacionados con idiomas, regulación medioambiental, big data, marketing digital, IA y robótica.
En Servinform lo sabemos muy bien, por eso estamos preparados con profesionales que se adaptan a las nuevas necesidades. De esa manera, al externalizar procesos, nuestros clientes se pueden centrar exclusivamente en crecer y especializarse en su ámbito, olvidándose de quebraderos de cabeza innecesarios.
Externalizar procesos, la clave
Y es que la externalización conlleva muchísimas ventajas, por eso no es de extrañar que haya crecido tanto el número de organizaciones que apuesta por esta fórmula: según un informe de NTT Services, se estima que el 45 % de las empresas ha planeado aumentar su subcontratación desde la pandemia, a menudo buscando habilidades que no pueden cubrir por sí mismas. En otras ocasiones, lo que quieren es una reducción de los costes y, en todos los casos, consiguen mucho más de lo que esperaban: agregar valor a su actividad empresarial, lo que puede traducirse en elevados beneficios y una mayor motivación de los empleados, que sienten que se dedican realmente a lo importante y ven un mayor crecimiento de la organización en la que se desenvuelven.
No hay que olvidar, además, que externalizar procesos conlleva que esos servicios que se delegan van a llevarse a cabo con una dosis de calidad extra que de otra forma no sería posible, sin errores y en un plazo de tiempo generalmente más corto que si lo ejecutara la propia empresa. Igualmente, al gestionarse la tarea de forma más eficiente, se reducen riesgos que puedan dañar la imagen de marca.
¿Qué se puede externalizar?
El refranero está repleto de sabiduría, frases como “zapatero a tus zapatos” o “el que mucho abarca, poco aprieta” serían aplicables a este punto. Lo ideal es que los negocios dejen en manos de expertos esas tareas que les alejan de su objetivo principal. Aquí podríamos hablar de:
- Procesos completos: como pueden ser la gestión de nóminas o la contabilidad financiera.
- Parciales: por ejemplo, la digitalización de los contratos o la preparación de cuentas anuales.
- Masivos: aquellos en los que se maneja mucha información.
- De bajo valor añadido: que son de obligado cumplimiento, pero que no están relacionados con la actividad principal.
- Repetitivos: formados por tareas que se repiten.
- Procesos que consumen muchos recursos: son los que siempre se deberían externalizar, porque ‘queman’ valioso tiempo y dinero que podría dedicarse a otras tareas mucho más productivas.
En Servinform somos especialistas en outsourcing, nuestra dilatada experiencia y nuestros más de 1.200 clientes satisfechos nos avalan. Si estás pensando en externalizar procesos, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros, estamos seguros de que podremos ayudarte.