El currículo de Alberto Espinosa es tan extenso como espectacular: más de 20 años de experiencia en la gestión de servicios, finanzas y consultoría. Una dilatada trayectoria por exitosas empresas nacionales e internacionales y un perfil de alto ejecutivo versátil, altamente analítico y orientado a la acción.
Sin duda, un candidato de alto valor para cualquier compañía que aspire a alcanzar metas cada vez más y más ambiciosas. No tenemos ninguna duda de que su labor al frente del departamento de Hipotecario, Servicios Legales y Gestión de Activos, en el que acaba de aterrizar, va a estar plagada de grandes logros.
A lo largo de tu brillante carrera internacional, has trabajado en diferentes e interesantes proyectos. ¿De cuál te sientes especialmente orgulloso?
Muchas gracias por lo de brillante. No sé si brillante o no, pero sí que es cierto que he tenido la oportunidad de vivir experiencias profesionales diferentes, todas ellas bien relacionadas, que me han permitido desarrollarme tanto en los ámbitos más innatos en mí, como en aquellos que a priori me resultan menos cómodos.
“Me siento orgulloso de haberle puesto al factor suerte el componente que dependía de mí, esto es, trabajo duro, compromiso, flexibilidad, actitud y moderada aversión al riesgo. A partir de ahí, es difícil destacar un proyecto en concreto”.
¿Qué fue lo mejor de desarrollar tu carrera en el extranjero? ¿Y lo peor?
Creo que todo depende de la historia personal de cada cual. A mí me sirvió para desarrollarme y madurar en algunos ámbitos que no había podido trabajar previamente.
Dejando a un lado el idioma, que es algo con lo que no contaba de partida, trabajar fuera me sirvió para incrementar mi nivel de exposición a distintas culturas, métodos de trabajo, enfoques, etc.
Identificaría como lo mejor, la oportunidad que supuso, en ese momento, para crecer y acumular experiencias laborales que me llevarían a otras con posterioridad. En cuanto a la peor parte de mi experiencia en el extranjero, quizás que mi mujer y yo retrasásemos el tema de ser padres, que lo fuimos a nuestro regreso, pero ¡ya nos pilló con cierta edad!
¿Qué fue lo que te motivó a aceptar el puesto de nuevo director general de Hipotecario, Servicios Legales y Gestión de Activos?
Lo resumiría en 3 componentes. Primero, me parecía el paso natural en mi carrera, esto es, liderar una línea de negocio de peso con responsabilidad de P&L y con ambición de crecimiento. Segundo, el perfil y la etapa de la empresa es muy motivador.
“Un grupo diversificado que después de 45 años sigue “mordiendo” y reinventándose, un entorno con muchos retos y, en consecuencia, con muchas oportunidades y una cultura de empresa en donde la dirección está muy cerca de la operativa.”
Y tercero, el estómago es muy importante en este tipo de decisiones, y el factor “clic” existió en mis reuniones con David Gómez y con Nacho Rufo.
¿Cuál es el mayor desafío que conlleva tu nuevo puesto?
“Creo que tengo muy claro dónde tenemos que ir y qué tenemos que hacer, sin embargo, el número de variables que se ven involucradas en la ejecución de esta visión estratégica es alto”.
Tenemos que finalizar la integración de los distintos equipos y generar un sentimiento de unidad. Además, tenemos que estabilizar determinados servicios y reforzar los componentes estructurales de algunos de ellos para así solidificar nuestro posicionamiento con clientes y crecer. Debemos usar como palancas las capacidades de Servinform de manera que nuestra propuesta de valor sea lo más completa y diferencial posible, y, en consecuencia, trabajar más en equipo con otras áreas de la empresa. Por lo tanto, debemos invertir tiempo y esfuerzo en una serie de actividades internas, mientras que al mismo tiempo es preciso preservar y mejorar la cuenta de resultados.
¿Cuál crees que son los puntos fuertes de este departamento? ¿Y los débiles?
Dos puntos fuertes muy claros. Con carácter general es un departamento en donde, por un lado, contamos con un equipo muy experimentado y por otro, contamos con un nivel alto de especialización en muchos de los ámbitos en los que operamos. Experiencia y especialización es una combinación muy poderosa.
“Yo siempre he valorado enormemente la importancia de los “kilómetros” recorridos, en particular en la industria de la prestación de servicios en donde el nivel de exigencia es muy alto. Esto unido a la ilusión por seguir desarrollándote y creciendo es éxito asegurado”.
Por otra parte, el cómo desplegamos estas capacidades, las coordinamos, las ponemos al servicio de una propuesta de mayor valor añadido para nuestros clientes, es, sin embargo, algo en lo que creo que tenemos margen de mejora.
¿Cuáles serán las líneas de actuación de los próximos meses?
Mis prioridades hoy en día son: 1) la integración de los equipos y, en consecuencia, la puesta en marcha de una organización clara y alineada con la visión de medio/largo plazo; 2) la definición de la hoja de ruta; y 3) la estabilización de algunos servicios que están en la cuerda floja. En paralelo está obviamente el día a día, y las numerosas obligaciones con las que tenemos que cumplir, así como la cuenta de resultados que cuidar.
¿Cuál consideras que es, hoy en día, el mayor reto del sector? ¿Dónde está la clave para afrontarlo con éxito?
“El entorno es cambiante y la incertidumbre es alta. La gestión de esta y la anticipación a los acontecimientos será clave. Es preciso diferenciar entre el ámbito hipotecario y el ámbito de servicios al sector de los non-performing loans y real estate”.
En el ámbito hipotecario tenemos, por un lado, una serie de aspectos macroeconómicos que están, no solo afectando a las propuestas de las entidades financieras, sino que también están dando lugar a variabilidad en los volúmenes. Por otro lado, el Gobierno está promulgando determinados cambios que darán lugar sin duda a ajustes en determinados procesos de las entidades bancarias. En este sentido, estar cerca de nuestros clientes identificando necesidades y oportunidades será fundamental.
En el ámbito de los non-performing loans y del real estate nos enfrentamos a un sector con un cierto grado de recomposición, en un momento de volúmenes moderados si lo comparamos con etapas anteriores, en donde muchas de las carteras están ya muy trabajadas y son problemáticas, y con un nivel de exigencia extremadamente alto en donde se espera que se haga más con lo mismo. En consecuencia, la presión en los márgenes es altísima. En mi opinión, será clave el ser resilientes, ser muy finos en las prioridades y mantener una visión de largo plazo. Algunos actores desaparecerán o mermarán su posicionamiento si no entran volúmenes nuevos o si no son capaces de adaptarse a las nuevas tipologías de carteras que veremos en adelante con un mayor foco en PYMEs, hipotecario particular, un menor componente de reposesiones, etc.
¿Qué esperas de este nuevo año que entra?
Espero que sea un año en el que el área se constituya como una unidad estructuralmente sólida, con un elevado sentimiento de equipo, más allá del embebido en las organizaciones que han dado lugar a la misma, y con un reconocimiento por parte de nuestros clientes que transcienda el actual. De esta forma, esto nos permitirá posicionarnos como un socio de largo plazo con una propuesta de valor más completa si cabe. Esto debería permitirnos estar 100% preparados para desplegar nuestro máximo potencial en años sucesivos.