La responsabilidad social corporativa lleva muchos años presente en la sociedad, pero fue en los años 90 y con la llegada de la globalización, cuando la sociedad reclamó a las empresas que midieran su impacto social y que comenzaran a dar solución a algunas consecuencias negativas que había traído consigo el mundo globalizado.
Este fenómeno supuso mayores desequilibrios entre los países desarrollados y los en vías de desarrollo. Procesos de externalización y deslocalización de la actividad, pérdida de derechos laborales… Además, trajo consigo una serie de consecuencias medioambientales que han generado, en los últimos años, un fuerte debate en torno a la importancia de la responsabilidad social corporativa en las empresas.
Es un concepto que busca el desarrollo sostenible, una mejora colectiva y un impacto social positivo. En definitiva, conectar los intereses empresariales con las expectativas sociales del momento para mejorar el bienestar social del entorno en el que se desarrolla la actividad de la entidad financiera.
¿Cómo ha afectado la covid-19 a la responsabilidad social corporativa?
Con la crisis del covid-19 las empresas tuvieron que replantearse muchas cosas: las formas de trabajo, cómo dar soporte a los trabajadores, las nuevas formas de liderazgo y las estrategias de responsabilidad social.
La empresa ya no es un ente independiente y único, se está viviendo una situación que hace necesaria que esta se implique, más que nunca, con la sociedad. Tiene que comunicar cuál es su objetivo y los valores que hay detrás de cada acción para servir de ejemplo y contribuir al bienestar de todos.
Con este nuevo paradigma de incertidumbre, una cosa sí ha quedado clara, que las compañías se tienen que reinventar para sobrevivir y tienen que evolucionar y adaptarse a los tiempos que corren.
Por eso, a partir de este momento se ha hecho necesario reflexionar sobre las prioridades de la responsabilidad social corporativa. Pero en este caso, el cambio no ha sido de 360 grados ya que las temáticas y los objetivos estaban presentes previamente. Lo que realmente ha cambiado es la estrategia de enfoque.
Antes de que todo esto ocurriera, muchas personas dudaban de que las entidades empresariales tuvieran proyectos de RSC en marcha porque no eran visibles o no tenían suficiente impacto. Pero en España, muchas empresas de diferentes sectores se volcaron y mostraron esa solidaridad que la sociedad tanto echaba en falta.
A esto, hay que sumarle la situación de pandemia que hizo que las instituciones dieran más prioridad a la RSC y encontraran una motivación extra para ir un paso por delante de la legislación y ponerse en cabeza en proyectos sociales.
Por eso una de las claves para entender el cambio que ha sufrido el enfoque de la RSC, es la visibilidad y comunicación de las acciones. Ahora todas las acciones deben de llegar a la sociedad, impactarla, y hacer que haya notoriedad y repercusión de la acción, porque es lo realmente importante. Hacer cosas que transcienda y mejoren de una forma tangible la sociedad.
Tendencias en la responsabilidad social corporativa
- Enfoque humano
Las personas nos hemos convertido en el foco de la RSC en este 2021. Según el I Observatorio de Tendencias en RSC y Sostenibilidad en Iberoamérica se confirma que los trabajadores serán el epicentro los proyectos junto con el medio ambiente. Además, es de destacar que en España cobra especial relevancia la igualdad de género.
- La salud es lo primero
Tras el año 2020 la salud se ha convertido en lo más importante a nivel mundial. La covid-19 ha dejado latente la importancia que tiene y que tiene que ser una prioridad. Por eso, y con todas las medidas de seguridad sanitarias que hay que implantar en las oficinas, la relación empleo-salud hay que replantearla.
Al decir salud, no solo nos referimos a la física, sino también a la psicológica, ya que el síndrome del burnout está más presente que nunca con el teletrabajo y las situaciones de incertidumbre que vivimos. Sin los empleados las empresas no serían lo que son, por eso hay que cuidarlos y preocuparse de su bienestar.
- Conciliación y teletrabajo
Dentro de este nuevo contexto, y con la implantación del teletrabajo, el concepto de conciliación ha reaparecido con fuerza. Gracias a esta nueva forma de desarrollar el trabajo se han visto los beneficios que aporta como la flexibilidad.
Si bien es cierto, que en España esto era, y es, una asignatura pendiente ya que, en comparación con Europa, nuestros índices de trabajo en remoto eran sumamente bajos. Y ahora, nos hemos visto abocados a implantarlo de forma rápida e incluso caótica.