Elon Musk es un físico, emprendedor, inventor y magnate sudafricano, aunque posteriormente se nacionalizó canadiense y estadounidense. Seguro que te suena su nombre, puesto que ha sido el Cofundador de empresas como PayPal, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, The Boring Company, Neuralink y OpenAI; y actualmente es el Director General de SpaceX y de Tesla Motors, presidente de SolarCity y copresidente de OpenAI. En enero de este año Elon Musk fue nombrado la 1ª persona más rica del mundo por la revista Forbes.
Musk destacó desde muy pequeño, aprendiendo a programar con tan solo 10 años y vendiendo su primer programa, un juego llamado Blastar, a los 12 años por unos 500 USD. Ha alcanzado tal fama y prestigio que incluso ha protagonizado un capítulo de la 26ª temporada de Los Simpson, el número 12 en concreto y, con este extenso CV, Elon Musk está teniendo un papel protagonista en la transformación de la humanidad, ¿llegará a convertirnos en auténticos humanos 2.0?
Qué es el Humano 2.0
El humano 2.0 es un humano mejorado sobre tres pilares: la longevidad, la inteligencia y el bienestar. La película Alita: Battle Angel sugiere un mundo postapocalíptico en el año 2563, que muestra a los seres humanos como Ciborgs, a los cuales les resulta algo de lo más común el reemplazo de varias partes del cuerpo por piezas mecánicas. Y aunque, en principio, esto nos pueda sonar a ciencia ficción, lo cierto es que la mejora de las capacidades humanas empezó hace más de 700 años con la aparición de algo tan cotidiano como son las gafas.
Elon Musk afirma que ya nos hemos convertido en Ciborgs, y él mismo ha ido mucho más allá de digitalizar nuestras acciones cotidianas mediante apps, o de incluir tecnología inteligente en ropa, mochilas, en nuestros hogares o en accesorios como pendientes, gafas, anillos y relojes. En agosto de 2020 presentó un dispositivo que forma parte de Neuralink, un proyecto que promete captar la actividad cerebral con el objetivo de recopilar datos para llevar un mejor control de la salud, detectar y resolver problemas o enfermedades.
Pero, ¿en qué consiste realmente esta tecnología? Este proyecto, que ya tiene la aprobación de la FDA estadounidense, se basa en la implantación de un chip a partir de un robot quirúrgico en la corteza superior del cráneo, sin necesidad de anestesia y en menos de una hora. Por el momento, únicamente ha sido probado en cerdos y aún no se sabe cuándo se dará luz verde para poder empezar las pruebas con seres humanos.
Cambios, beneficios e inconvenientes que traerá
Aunque esto pueda sonar totalmente novedoso, lo cierto es que hace un par de décadas varios científicos ya estuvieron investigando el uso de los implantes cerebrales en personas con parálisis. Muchas compañías ya se han sumado a la carrera y mostrado interés por el campo del llamado Human Enhancement.
Pero, ¿qué cambios traerá realmente a la sociedad que concebimos actualmente? A corto plazo, según sus creadores, el uso de esta tecnología se destinará a tratar enfermedades cerebrales, parálisis, lesiones en la espina dorsal, etc. A largo plazo, y aunque su potencial puede llegar a ser infinito, esta tecnología pretende impulsar los avances en medicina.
Aún así, si se logran los objetivos que se ha marcado en favor de la medicina, no debemos olvidar el gran conflicto ético que conlleva el uso y desarrollo de esta tecnología. Además de que, al tratarse de una tecnología experimental y en desarrollo, habría que asegurarse bien de sus implicaciones a nivel global antes de ponerla en marcha.
Los avances en la tecnología siempre han venido acompañados de pros y contras y de opiniones encontradas, pero lo que está claro es que el futuro es suyo. Ahora es imposible imaginar un mundo en el que la tecnología y digitalización se hayan paralizado o quedado a un lado. ¿Hacia dónde se dirigirá el denominado Humano 2.0? Seguramente, en unos años lo veremos.